Hace unos días conversando con mi mamá, ella cuestionó una de mis decisiones, una decisión que conlleva muchas cosas y me puse a pensar que yo jamás cuestione las suyas, incluso hasta ahora, cada que conversamos sobre algunos temas, solo optó por escucharla y quedarme en silencio, darle mi opinión si es que me lo pide sin más.
Entonces mientras discutíamos me puse a pensar en una frase que me dijo una de mis amigas más cercanas "imagino lo lastimada que estará tu niña interior después de esto" y nunca una frase me dolió tanto al recordarla como esa, más el carga montón que sentía en ese momento por las fuertes palabras de mi mamá, porque nunca me había sentido tan perdida, sola y asustada como en ese momento y nunca mi mamá había sido tan cruel en sus palabras conmigo.
Cuando sentía que dudaba de mí decisión por las acusaciones de mi mamá, me ponía a pensar cada uno de los momentos que viví desde que tengo uso de razón por la cual estaba tomando esta decisión y aunque de alguna forma eso me rompía el corazón, me mantenía firme y era así como debía seguir hasta el final, supongo.
Ahora en el silencio y la comodidad de mi habitación me pongo a pensar ¿que es justo? ¿Que es correcto? ¿Que decisión está bien y quién puede decirme si es buena o mala? ¿Quién puede ser tan perfecto para juzgar a otro sin haberse puesto un minuto en los zapatos del otro? ¿En qué momento los padres se volvieron dueños de la verdad, dueños de la razón y de la decisión?
Miles de preguntas pasan por mi cabeza cuando recuerdo las palabras de mi mamá y la pregunta de mi amiga, preguntas que no tienen respuesta o que probablemente si la tuviera, la respuesta no sería suficiente para mí.
Cuando una persona toma una decisión, siempre sale alguien lastimado, mi pregunta más importante ahora es ¿quién debe ser la persona importante a quien no debes herir?
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